lunes, 20 de septiembre de 2010

Empezando a enterarme


La verdad es que por ahora he estado encerrado en la biblioteca y no me ha dado tiempo a empezar mi exploración de esta ciudad. Hoy he dado una vueltecita por Midtown Tokyo que es un complejo comercial que está a caballo entre la guerra de las galaxias y las galerías más exclusivas de Londres. Nada que ver con el bullicio de los centros comerciales filipinos que ya han quedado comentados en este blog. Recordad que os decía que en Manila se hace fundamentalmente 'window shopping', familias enteras paseando y "echando" el día en el 'mall'. No se gasta mucho, si acaso algo para los niños y la comida más o menos cara según si hay algo que celebrar o no. Hoy en Tokio he comprobado que no es que sea fundamentalmente 'window shopping' lo que hace la gente, es que casi no se puede hacer otra cosa. Hay muchas pastelerías -casi todas con un "toque" o nombre francés- que más parecen boutiques de alta costura. Relojerías-joyerías con precios mareantes. Quincallerías sobrevalorando el producto. Y otras variadas tiendas de todo tipo, pero siempre dentro de un orden muy japonés. Aquí solo había bullicio en una parcela de césped (del que casi no se veía el verde) delante de la Oktoberfest (¡qué buen marketing alrededor del mundo han hecho los alemanes de esa fiesta!). En fin, me tenéis que permitir que vaya dando mis pasitos por aquí. Os dejo con la fotografía de un estante de la pequeña sección que tenemos en la biblioteca -que es donde más horas he pasado por ahora- sobre temas hispánicos en japonés.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cuando las cosas son como tienen que ser


Estoy en Tokio. Aunque pudiera parecer que llegando desde Manila esto tendría que ser diferente, no tiene porqué ser así. Aquí las cosas también son como tienen que ser. Este es un mundo de gente igualmente amable, que se divierte, que intenta entenderte, que sonríe, y ya veremos qué cosas más. Muy a gusto estoy en estos cuatro días. Pero ahora es muy tarde y el blog me ha dado mucha lata cuando he intentado esta actualización. Así es que aquí lo dejo. Pero, claro, siempre hay que buscar alguna ilustración que acompañe a la entrada del blog con un cierto aire. En este caso, el desconcertado aire que me proporciona el menú de mi bar de yakitori favorito.

martes, 7 de septiembre de 2010

Se acabó


Bueno, pues esto se acabó. Se acabó el trabajo en Manila y dentro de unas horas salgo para inciar el trabajo en Tokio. Han sido días muy intensos, de despedidas que agradezco en el alma, de nerviosismo y hasta de alguna lágrima. Es duro dejar un sitio donde has hecho amistades, donde has construido un segundo hogar, donde has llegado a sentirte como pez en el agua. A pesar de llevar tiempo alejado de mi tierra, Badajoz está siempre ahí y siempre volveré allí. Manila queda aquí para siempre, pero dentro de una incógnita. Citando a Rizal digo "adiós dulce extranjera, mi amiga, mi alegría".
Y ahora tomo con mucha ilusión impulso para intentar hacerlo lo mejor posible en un país que se me presenta como todo un mundo. Un lengua que quiero acariciar (porque llegar a hablarla lo veo difícil, jeje). Nuevas amistades, nuevas calles, nuevas situaciones, en fin todo un reto. Trataré de daros cumplida cuenta de lo que Manolo Pérez vea por Japón. Ya tengo decidido el nuevo subtítulo de este blog. Pero eso ya lo descubriréis en la primera entrada "japonesa". Y por supuesto, con esta fotografía de la JAL que me lleva a Tokio, despedida en filipino 'Ingat po kayo palagi'.